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Nuevas directrices de la OMS para la salud mental juvenil
Guía global impulsa reformas integrales en políticas y servicios para jóvenes
Publicado en 09/08/2025 10:40 • Actualizado 23/08/2025 17:37
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado el 25 de marzo de 2025 unas nuevas orientaciones globales que instan a los países a transformar sus sistemas de salud mental, con un enfoque integral para proteger especialmente la salud emocional de niños y adolescentes, frente a deficiencias en financiamiento, acceso y derechos humanos.

Las directrices de la OMS establecen un modelo claro enfocado en cinco ámbitos normativos fundamentales: liderazgo y gobernanza; organización de servicios; capacitación del personal; intervenciones centradas en la persona; y atención a los determinantes sociales y estructurales de la salud mental.

Este nuevo marco brinda herramientas prácticas a los gobiernos para diseñar sistemas inclusivos, adaptables y centrados en la calidad, que respondan a las necesidades específicas de los jóvenes.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, señaló que, pese al aumento de la demanda, muchas personas aún carecen de acceso a servicios de salud mental de calidad. Por su parte, la Dra. Michelle Funk, Jefa de Políticas y Derechos Humanos del departamento de salud mental de la OMS, afirmó que estas orientaciones están diseñadas para ser aplicables en distintos niveles de ingresos y contextos nacionales, facilitando la creación de sistemas resilientes.

El anuncio se enmarca en un contexto donde aproximadamente el 90 % de las personas con trastornos mentales graves no recibe atención en muchos países, y los modelos asistenciales siguen siendo institucionales y desfasados, sin alinearse con estándares internacionales de derechos humanos. Además, la guía acompaña iniciativas en Europa destinadas a contrarrestar los “determinantes digitales” que afectan la salud mental de jóvenes, mediante políticas que regulen y fortalezcan la protección en entornos digitales.

Se espera que estas orientaciones sirvan como base para una reforma profunda de los sistemas de salud mental, promoviendo una transición hacia modelos comunitarios, accesibles y centrados en derechos humanos. En el futuro, podrían fomentar políticas multisectoriales que involucren educación, vivienda, empleo y protección social, esenciales para abordar las causas subyacentes de la salud mental juvenil.

Estas nuevas directrices de la OMS intentan abrir un camino hacia sistemas de salud mental más justos e inclusivos, enfocando el desafío en jóvenes y poblaciones vulnerables, sin perder de vista factores estructurales y sociales.

 

Por Vanesa Di Giacomo

 

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